Estaba claro, por su trayectoria al frente de la nave rojiblanca y por su carácter, demostrado a las buenas, a las malas y a las peores, que el navarro no iba a coger ningún foco en la que ha podido ser su última rueda de prensa como entrenador de la UDA. Ofertas tiene, y varias de Primera División, pero habrá que esperar unas cuantas horas más para saber el desenlace de la final de la promoción de la Liga Adelante y si se encuentra con los otros dos grandes mitos del fútbol almeriense allá donde sólo ha entrado una pareja muy dispar en cuanto a los estilos de juego. Él siempre ha confiado en el trabajo que estaba desarrollando, y en eso ha basado que el Almería está a 90 minutos del ascenso, además de en la plantilla y su profesionalidad y en la afición y su entrega incondicional.
No ha querido ni pensar en que pueda ser su éxito deportivo más importante si consigue subir a la UDA a Primera División, y ha asegurado que lo valorará a posteriori si finalmente se hace una realidad, pero ante eso ha echado mano de todo el esfuerzo y del camino, que ha disfrutado mucho y del que ha aprendido bastante. No habrá charla especial, ningún mensaje distinto como último aliento a sus hombres porque la situación ya de por si es lo suficientemente clara como para ponerle más acento. De hecho, ha reconocido que lo que buscará es vivir todo con la máxima normalidad posible, sin más. Eso sí, hay un detalle significativo, y es que hay cambio de hotel de concentración porque, según ha desvelado, el Gran Hotel no tenía disponibilidad para este fin de semana, cuando menos algo curioso.
Sobre el rival, al que conoce perfectamente porque lo suele hacer con todos y porque ya será el cuarto enfrentamiento de la temporada, ha vaticinado que saldrá más agresivo y más valiente porque es evidente que la necesidad le apretará más. De todos modos, y destacando la valía del Girona, ha querido dejar claro a todo el mundo que será un partido muy complicado y que habrá que luchar mucho para lograr lo que él llama «el objetivo». Será superstición o será otra cosa, pero la palabra ascenso es poco pronunciada por Javi Gracia no solo en esta comparecencia sino a lo largo de la temporada completa. Por último, ha insistido con la afición, que será determinante para echar una mano a un equipo que ya está muy agotado, como no podía ser de otro modo tras 45 choques.