viernes, 19 abril 2024

Condenado a 17 años de cárcel el hombre que asesinó a puñaladas a su primo en El Ejido

4 noviembre 2014
El Ejido
Audiencia Provincial de Almería

Audiencia Provincial de Almería

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Tras ser declarado culpable por un jurado popular, el procesado ingresará en prisión después de acabar con la vida de su familiar en agosto de 2012 en una gasolinera.

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a 17 años de prisión al joven de 33 años al que un jurado popular declaró culpable de asesinar en agosto de 2012 a su primo en una gasolinera de El Ejido.

El veredicto rechazó que actuase con ensañamiento al asestarle 22 puñaladas y admitió la atenuante de confesión ya que, tras cometer el crimen, se lo comunicó a otro primo, quien dio aviso a la Guardia Civil.

El tribunal de jurado, celebrado en la Sección Segunda, declaró a J.A.S. culpable de un delito de asesinato con la atenuante de confesión frente a la imputación que le hacían las acusaciones de asesinato con alevosía y ensañamiento. Consideró acreditado que mató a su primo político en agosto de 2012 después de haberle pedido a su mujer que requiriera a la víctima para que le llevase a un centro de salud debido a un «fuerte dolor de estómago» tal y como reconoció el procesado en juicio y testificó su mujer, que viajaba con ellos en el turismo cuando se produjo el ataque mortal.

El relato de los hechos apunta a que J.A.S. tenía la «firme decisión de acabar con la vida de su primo» y con ese objetivo, en la madrugada del 24 de agosto de 2013 habría puesto en marcha el plan.

El fallecido accedió cuando la mujer le pidió que les llevase al centro de salud y los tres se subieron al coche. De camino, a las 03,15 horas, se detuvieron en una gasolinera del núcleo urbano de Santa María del Águila para repostar y, al reiniciar la marcha y parar en el cruce de acceso de la A-7, fue cuando presuntamente el procesado sacó la navaja comprada días antes y que llevaba oculta entre la ropa.

Fue la esposa del procesado quien, tras presenciar los hechos desde el asiento trasero y abandonar de forma precipitada el vehículo, dio la voz de alarma «pidiendo ayuda en la gasolinera».

El arma homicida fue recuperada en el transcurso de la investigación de la Guardia Civil en una zona de invernaderos de Matagorda en la que presuntamente se deshizo de ella el procesado. En el momento de ser asesinado, la víctima convivía con su pareja de hecho y los dos hijos en común de ambos, así como con sus padres.