viernes, 19 abril 2024

Psicólogos alertan del aumento de supuestas enfermedades solo para vender medicamentos

10 julio 2014
Aguadulce (Roquetas de Mar)
Marino Pérez

Marino Pérez, profesor de Psicología

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Según el profesor de Psicología de la Universidad de Oviedo, Marino Pérez Álvarez, que ha hablado de la patologización de la vida cotidiana

Desde hace pocas décadas, comportamientos que hasta entonces se habían considerado normales porque eran la respuesta a situaciones complejas, se han convertido en patologías, en diagnósticos. Y esos problemas, ahora reciben un tratamiento con base en la medicación.

Esa transversión, disfrazar como patologías lo que solo son dificultades de la vida cotidiana y venderlas como si fueran enfermedades, la ha realizado la industria farmacéutica con la connivencia del sistema médico. “Nos han hecho creer que comportamientos que antes pasaban desapercibidos son una enfermedad y, al mismo tiempo, nos dan la solución: la medicación para aliviar esos síntomas y seguir sintiéndonos bien”, señalaba el profesor de la Universidad de Oviedo, Marino Pérez, en el curso de verano de la UAL que aborda la psicología de la vida cotidiana. Este experto denunciaba que han aumentado de forma progresiva las categorías diagnósticas al servicio de comercializar medicamentos “que se fabrican y venden como cualquier otro producto. Para hacerlo, los clientes se han convertido en pacientes”. Los médicos de atención primaria están igualmente bajo esa influencia y, como señala Pérez “no ven otra forma de atender a los pacientes que con esa medicación de la que ellos también hacen propaganda”.

Marino Pérez les decía a los alumnos de este curso –muchos de ellos alumnos del Grado de Psicología y otros estudiantes de 2º de Bachillerato, aunque también hay de la Universidad de Mayores- que debemos saber que la vida “incluye problemas” y que no por esto son “problemas psiquiátricos ni psicológicos”. Es decir, no tiene una causa química. “Lo único que hace la química del medicamento es atenuar las molestias, pero el problema sigue ahí. La medicación solo sirve para apagar las alarmas”.

El profesor de Psicología de la Universidad de Oviedo apuntaba que, en general, hemos perdido la capacidad para sufrir por cosas que son normales. “Aún utilizando la medicación útil, el paciente debe saber que las pastillas no le vale nada más que para eso, que son un parche, no la solución en sí”, ha dicho.