Cada primer martes del mes de mayo, y desde el año 1998, se vienen desarrollando múltiples actividades en más de cincuenta países del mundo, también España, que vienen a recordar y fortalecer la convivencia con este enfermedad de las personas que la padecen. Como no, es la Organización Mundial de la Salud la que auspicia que se celebre este día, y la que va determinando los lemas a seguir para mejorar la calidad de vida de los pacientes diagnosticados y la invitación a hacerse las pruebas oportunas para los que no saben que padecen asma.
La consigna mundial para este año es la de que «Puedes controlar tu asma», que pretende estimular a los enfermos a tomar parte activa en el control de su dolencia. De hecho, la GINA -Iniciativa Global para el Asma- lanzó en 2010 una segunda parte de la campaña dirigida a «Reducir las hospitalizaciones al 50% en 5 años». Al respecto de la enfermedad hay disponibles infinidad de portales web, como www.gemasma.com o www.respirar.org en los que se ofrecen datos y consejos, tales como lo cinco pasos positivos para reducir su impacto, que son: tratamiento personalizado por escrito, toma de medicamentos prescritos, evita los factores desencadenantes, aprende a reconocer los síntomas y conoce lo que debes hacer en caso de una crisis.
El asma es una enfermedad pulmonar crónica caracterizada por problemas respiratorios recurrentes y síntomas como fatiga, pitos o silbidos al respirar, tos y sensación de opresión en el pecho. Los bronquios se encuentran inflamados y debido a ello son muy sensibles a determinados agentes ambientales llamados desencadenantes. En las personas susceptibles, los ácaros del polvo, pólenes y pelo de gato, los virus respiratorios, el humo del tabaco, el ejercicio físico, ciertos medicamentos y algunas substancias químicas provoca la inflamación de las vías aéreas. Los bronquios inflamados se vuelven más gruesos y son muy sensibles a los cambios ambientales, ante los que responden estrechándose, apareciendo entonces los síntomas y los ataques o crisis de asma.
Aunque en la actualidad es una enfermedad controlable en la mayor parte de los casos, aún siguen apareciendo estudios que constatan que un porcentaje de pacientes asmáticos no están bien controlados. La falta de adherencia al tratamiento y el mal uso de los inhaladores por parte de éstos es uno de los motivos principales, pero parte de la responsabilidad también recae en la actuación de los profesionales sanitarios -neumólogos-. El 52% de las personas con asma no son diagnosticadas y el 47% de los pacientes no tiene un buen control de su enfermedad. En el período comprendido entre los años 2010 y 2012 se está realizando el “Estudio Europeo de Salud Respiratoria (ECRHS III)” en España. Con este tercer seguimiento en un grupo cuyas edades oscilan entre los 38 y los 62 años de edad se han planteado como objetivos describir la evolución del asma, la rinitis y la sensibilización a alérgenos e identificar sus determinantes ambientales y genéticos.