Convocados por más de 200 organizaciones, grupos de ecologistas han protagonizado movilizaciones y protestas en una veintena de playas españolas con diversas acciones ambientales como la recogida de basura y residuos de la costa o la subida a pirámides de cuerdas, con el principal objetivo de frenar la nueva Ley de Costas, considerada por los defensores ambientales como un retroceso para la sostenibilidad del litoral.
A través de la plataforma No a nuestra costa, una iniciativa puesta en marcha por Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, GOB, SEO/BirdLife y WWF, los ecologistas quieren evitar la tramitación de esta nueva norma, porque dicen, carece de garantías medioambientales y es un atentado medioambiental contra la costa española al dar vía libre a la comisión de ilegalidades urbanísticas.
No a nuestra costa desea convertirse en un movimiento ciudadano y apartidista, que sume fuerzas y voces para garantizar el uso público y libre de la costa, así como la conservación del litoral. Desde la plataforma, esto es fundamental para la actividad económica sostenible a largo plazo e insiste en que la aplicación correcta de la Ley de Costas, sin duda, ha de conjugar la conservación y el desarrollo económico.
El pasado fin de semana, una de las acciones centrales de las protestas tenía lugar en Almería, en la playa del Palmeral, con una concentración y una visita a los barcos Diosa Maat y WWF-Solar.