Los hechos tuvieron lugar en las 200 viviendas de Roquetas de Mar. Los agentes, durante sus labores de seguridad ciudadana, observaron a varias mujeres gritando y pidiendo auxilio desesperadamente. Al acercarse a ellas, comprobaron que un bebé estaba inconsciente, sin respiración, con los ojos en blanco y expulsando sangre por la boca.
Un agente solicitó ambulancia medicalizada mientras otro cogió al bebé en brazos y comienzó a practicarle la maniobra de Heimlich. Durante el proceso consiguió que el bebé expulsara un plástico y al observar que aún no reaccionaba, le introdujo un dedo en la boca y logró sacarle una chapa de un botellín. En ese momento el niño, recobró el conocimiento.
Debido al nerviosismo del momento, los agentes también auxiliaron a la madre y a la tía del bebé que entran en estado de shock, perdiendo el conocimiento y cayendo al suelo.
Los agentes trasladaron al bebé al centro médico más cercano y en una primera exploración, realizada por el personal sanitario, hacen saber a los agentes que su rápida actuación ha salvado la vida del bebé.
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