Los huertos urbanos de Huércal de Almería cuentan desde hace días con una compostera que facilita la recogida de los residuos vegetales y permite su reciclaje in situ y posterior reutilización como abonos naturales.
Con una capacidad para 3.000 litros y de funcionamiento muy sencillo, la compostera cedida por el Consorcio de Residuos del Sector II y la empresa Ecomimesis es fruto de la reutilización de un antiguo contenedor azul de los que se retiraron hace unos años. El contenedor instalado no tiene fondo, de manera que los restos vegetales en el depositados estén en contacto con el suelo y así puedan actuar los microorganismos encargados del procedimiento de descomposición y transformación de los residuos.
Los usuarios van introduciendo en el mismo los restos (sin plásticos ni elementos que no sean restos vegetales). En la zona inferior se ha practicado una apertura para poder extraer la base del contenedor en la que va quedando la materia ya compostada. De esta forma, siempre se puede seguir añadiendo más restos vegetales por la aperturas superiores al tiempo que se va obteniendo compost por la zona inferior, sin tener que detener el ciclo que, en condiciones controladas, suele tardar entre 4 y 6 meses.
El compost es el resultado de la descomposición microbiana de restos vegetales (hojas, ramas, posos de te o café, fruta, etc) y otros elementos (cáscara de huevo, papel, etc). Para un resultado óptimo y una buena maduración, es importante mantener ciertas proporciones en equilibrio entre el aporte de materia verde-madera (carbono-nitrógeno) y las condiciones de humedad y aireación. De esta forma se pone a disposición de las plantas un sustrato rico en nutrientes mineralizados para que puedan ser absorbidos por las plantas en el suelo.
La propuesta salía del área de Medio Ambiente del ayuntamiento huercalense que instalaba la pasada semana en los huertos urbanos municipales o huerto social un contenedor para los restos vegetales. La iniciativa, explica el concejal, “supone una gran ventaja desde el punto de vista de la gestión, aprovechando unos restos vegetales que habría que depositar en vertedero para su transformación en abono, cerrando el ciclo de la materia del huerto, que una vez madura será puesto a disposición de los usuarios de las parcelas para que puedan enriquecer la tierra, ahorrando los costes del aporte de nutrientes y apostando por una agricultura ecológica integral”.
