jueves, 18 abril 2024

Protestas ‘a pie de colegio’ en Adra por la falta de personal y de medios en el servicio de limpieza

30 octubre 2013
Adra
Limpiadoras Adra

Primera protesta de las trabajadoras de la limpieza en Adra

Comparte esta noticia en tus redes

Las trabajadoras fijas discontinuas se movilizan desde este miércoles para denunciar las deficiencias en el servicio municipal

La Sección Sindical de CNT en el Ayuntamiento de Adra denuncia las deficientes condiciones de trabajo de la plantilla de limpiadoras, y particularmente las fijas discontinuas. Una situación, de la que responsabilizan al equipo de Gobierno municipal, que el sindicato ha decidido hacer pública con una campaña a pie de colegio, para informar a los padres y madres de los alumnos que asisten centros educativos de primaria «a ver si al menos, a los responsables se les empieza a caer la cara de vergüenza», señala en un comunicado.

Falta de recursos tanto humanos como materiales que está redundando en una mala calidad del servicio que, a juicio de la CNT, solo está siendo solventada por «el ingenio y el esfuerzo cotidiano con el que estas trabajadoras intentan paliar la falta de recursos».

Desde septiembre del año 2011, fecha en la que CNT inició un conflicto laboral con el ayuntamiento que concluyó con un acuerdo rubricado en el SERCLA por el cual se redujo en dos meses el tiempo de trabajo de las limpiadoras fijas discontinuas –en vez de los 5 meses iniciales que propuso el Ayuntamiento–, once trabajadoras pasaron a trabajar 8 meses al año en vez de los 10
meses (desde septiembre hasta junio del año siguiente coincidiendo con el periodo escolar).

A día de hoy se han jubilado 4 limpiadoras y cerca de la decena superan los 60 años. Es decir, con menos trabajadoras y menos meses de trabajo es insostenible pretender que se limpie de la misma manera.

A este aumento de la carga de trabajo por falta de personal hay que añadir también la limpieza de los ambulatorios de Puente del Río, La Curva, el Museo del Mar y de otros edificios de competencia municipal que vienen a incrementar la carga de trabajo de una plantilla «cada vez más exigua y exhausta».

Por otro lado, a la falta de recursos humanos hay que añadir los escasos medios con los que cuentan las trabajadoras. «Ni siquiera disponen de una escalera por centro escolar o, por ejemplo, las restricciones a que se enfrentan para no usar más de dos garrafas de lejía al mes por centro, utilización de productos de baja calidad, escasez de fregonas, bayetas etc. Hasta la ropa de trabajo de las limpiadoras municipales es de la empresa que con anterioridad tuvo la concesión del servicio».

El sindicato concluye que no se puede esgrimir como pretexto la mala situación económica del ayuntamiento para maltratar un servicio como este que incide, directamente, en un colectivo tan vulnerable como son los niños y niñas que en definitiva, son los usuarios de los centros educativos.