jueves, 28 marzo 2024

Los trabajadores del hotel Portomagno denuncian el impago de sus tres últimas nóminas

17 noviembre 2014
Roquetas de Mar
Hotel Portomagno

Puerta principal del Portomagno

Comparte esta noticia en tus redes

A pesar de la alta ocupación de los meses de verano, el grupo ATH Hoteles adeuda a la plantilla entre tres y cuatro nominas. La situación ha sido denunciada por la Federación Servicios para la Movilidad y el Consumo (SMC) de UGT Almería.

Pese al escaso tiempo transcurrido desde el fin del verano y a los elevados índices de ocupación registrados durante la temporada estival en los establecimientos del Grupo ATH Hoteles, la plantilla de trabajadores del Portomagno sigue esperando el cobro de sus tres últimas nóminas. Un precaria situación laboral que ha sido denunciada por la Federación Servicios para la Movilidad y el Consumo (SMC) de UGT Almería.

Fuentes sindicales hablan de pagos irregulares, a las que están sometidos los empleados de los hoteles PortoMagno, ATH Las Salinas Park y ATH Roquetas de Mar (antiguo Topacio). «Las irregularidades en los pagos de las nóminas se vienen produciendo desde hace tres años, con la anterior sociedad que explotaba estos hoteles y ahora con la actual», explican en un comunicado.

Para UGT, «esta situación es totalmente ilógica dado que la temporada de verano que acaba de finalizar ha contado con una ocupación del 90%, llegando al 100% en algunas ocasiones, y actualmente, es del 75%. No entendemos que a pesar de tener ese alto porcentaje de ocupación, lo que se traduce en ingresos, la dirección de la empresa asegure que no puede saldar la deuda con la plantilla».

Cansados de falsas promesas, si la empresa no hace frente al pago de las nóminas atrasadas, tal y como se les ha vuelto a asegurar, los trabajadores y han decidido tomar «las medidas necesarias para poner fin a esta situación, que ya se alarga demasiado en el tiempo», han asegurado desde la SMC UGT Almería.

UGT hace un llamamiento a la responsabilidad de la empresa para evitar situaciones extremas. «La empresa está jugando no sólo con las vidas de sus empleados, sino también con la de sus familias», incide.