En tierra. Así se quedaron los pasajeros que el viernes por la noche tenían que volar a Barcelona con la compañía Vueling desde el aeropuerto de Almería. En principio, el retraso con el que aterrizó el avión procedente de Barcelona, el mismo que tenía prevista su salida a las 22.20 horas y que aterrizó pasadas las 23.00, hora de cierre del aeropuerto almeriense, provocó un caos y la cancelación del vuelo siguiente con destino la ciudad condal.
Los 107 pasajeros que habían comprado sus billetes con Vueling para viajar a Barcelona tuvieron que soportar una larga espera, parte de ella a la intemperie y a muy bajas temperaturas ya fuera de la sala de embarque, antes de que se les anunciara que el vuelo había sido cancelado y el aeropuerto cerrado pasadas las once de la noche.
El personal de la compañía aérea, según el testimonio de uno de los pasajeros, informaba a sus clientes de que el vuelo había sido pospuesto al sábado por la mañana. La razón expuesta, que el controlador había concluido su jornada laboral, un extremo que ha sido desmentido por el colectivo de controladores a través de las redes sociales y de su departamento de comunicación. Aseguran que el avión aterrizó tarde a causa de un fallo eléctrico y que ese fue el motivo de la cancelación.
Muchos de los pasajeros fueron trasladados al Hotel Tryp, donde han pasado la noche para este sábado volar a su destino a las 11,45 horas. Otros han presentado reclamación y solicitado la devolución del importe del billete.