Los veinte empleados de la naviera marroquí Comarit, desde hace más de siete meses encerrados en el buque Berkane, han decidido a última hora de este jueves, poner fin a la huelga de hambre que iniciaban el martes tras conseguir que la compañía se haya comprometido a suministrar combustible al barco que custodian para obtener energía, y a financiar las dietas durante el tiempo que pasen viviendo en el buque.
Los marineros de Comarit llevan más de siete meses sin cobrar sus salarios y viven a bordo del Berkane, buque embargado por las autoridades judiciales y amarrado desde hace meses en el Puerto de Almería.
En sus negociaciones con la naviera marroquí, los empleados han conseguido arrancar el compromiso de los responsables de Comarit de darles apoyo, a partir del próximo lunes, para gestionar la salida del barco de forma ordenada, con lo que una federación sindical analizará sus expedientes laborales y les financiará a diez de ellos un pasaje de vuelta a Marruecos, mientras que el resto de la tripulación entre la que se encuentra el capitán del navío, se quedará en Almería para realizar las labores de mantenimiento.
Los trabajadores, que debido a las altas temperaturas de los últimos días precisaron en alguna ocasión asistencia sanitaria de urgencia en los días de huelga de hambre, una vez en Marruecos tendrán que iniciar los procedimientos judiciales necesarios para solicitar el abono de sus nóminas atrasadas o, en su caso, negociar con la compañía.
