El Juzgado de Instrucción número 5 de Almería mantiene la investigación por un presunto delito de prostitución a la madre de la niña de 13 años rescatada en una operación de la Policía Nacional en la capital almeriense. Sin modificar los delitos por los que abrió diligencias contra la mujer, el magistrado mantiene la investigación por la presunta comisión de los delitos de prostitución, malos tratos y abandono de menores.
Por su parte, la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha confirmado que la menor ya ha sido escolarizada, al igual que su hermano, en un centro educativo, después de que la madre, de nacionalidad rusa, no los hubiera escolarizado este curso.
Puesta en libertad y con orden de alejamiento
Según la información facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, tras tomar declaración a la madre en el mes de enero, el magistrado decretó su puesta en libertad con una orden de alejamiento respecto a sus dos hijos menores, que se encuentran en un centro de protección.
La menor, de 13 años de edad, realizaba labores de servicio doméstico pero no ejercía la prostitución y que de las diligencias practicadas no se deduce que la madre animara a la niña a prostituirse o la ofreciera para mantener relaciones sexuales, sino que lo que quería es que regresara a casa con alimentos, alcohol y tabaco.
También han señalado que la menor era contratada para realizar trabajos de servicio doméstico y que su progenitora, que sufre una fuerte adicción al alcohol, le exigía que le llevase bebidas, tabaco y comida, porque, si no, la echaba de la casa y le pegaba.
En relación al hombre de 59 años, identificado como J.M.S.P. que ingresaba en prisión por un presunto delito de abusos sexuales y principal detenido, la Fiscalía de Almería ha precisado que no llegó a consumar ninguna relación sexual con la víctima.
Han aclarado que el investigado conoció a la niña en el Paseo Marítimo de Almería y que allí le propuso trabajar en su casa, donde sí intentó abusar de ella, si bien nunca pasó de realizarle tocamientos ante la negativa de la menor.
La menor residía junto a su madre y su hermano en otra provincia, donde estuvo escolarizada en buenos colegios y con un buen rendimiento académico hasta el curso pasado. Después, la familia se trasladó a El Ejido y más tarde a la capital almeriense, donde residían como okupas.
La niña trabajó en una pastelería, cuyo propietario fue detenido por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, a cambio de 2 o 3 euros al día.
Los dos hermanos fueron trasladados a un centro de protección de menores tras la actuación policial, desarrollada en enero, mientras que la Policía Nacional remitió un escrito a la Junta de Andalucía en el que insta a que retire la custodia la madre.
La Fiscalía de Almería ha acreditado un abandono total por parte de la madre que, unido a su adicción y a las circunstancias en las que se encontraba la menor, a alto riesgo de que cayese en la prostitución.
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