Durante el primer trimestre de 2012, la Guardia Civil de Roquetas de Mar y la Policía Local han interpuesto nueve denuncias por actividad de taxis pirata que operaban a distintas horas y en diferentes lugares del término municipal roquetero. El dispositivo de control se ha llevado a cabo en distintas zonas del centro urbano, concretamente en el Supermercado Lidl, el apeadero de autobuses, el barrio de las 200 viviendas y la Plaza de Toros.
Después de que el Ayuntamiento se comprometiera con el colectivo de taxistas a vigilar cualquier actividad de transporte público al margen de la ley, se establecía un dispositivo de control que se ha llevado a cabo en coches camuflados y con agentes de paisano como única formula efectiva. Estas denuncias han venido acompañadas de la intervención, inmovilización y posterior depósito de los vehículos incautados, además de tramitar los correspondientes expedientes sancionadores.