Han pasado once meses desde que el Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, a petición de la plataforma Salvemos El Toblerone, ordenara la apertura de diligencias previas para determinar si la demolición del antiguo silo de mineral de la Compañía Andaluza de Minas en la capital almeriense, pudo dar lugar a alguna acción contra el medioambiente o contra la salud de las personas en relación a la liberación en la atmósfera de partículas de hierro y otros metales.
Ahora, el mismo juzgado ha dictado un auto en el que acuerda el sobreseimiento y archivo de esta causa tras no haber apreciado «indicios racionales suficientes que demuestren que el derribo produjera daños al medioambiente».
Entre otros documentos, la juez ha tenido en cuenta un informe de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente en el que se pone de manifiesto que las partículas o residuos emitidos durante el desmonte del silo «no superaban siquiera los límites previstos administrativamente por la legislación andaluza».
Además se han tenido en cuenta los informes aportados por el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Almería con los que se acredita que la empresa que llevó a cabo la demolición y limpieza de la zona «contaba con las licencias y permisos preceptivamente exigidos».
El Ayuntamiento presentó una copia de la licencia de obras concedida a Sucrest Desarrollos Inmobiliarios así como el PGOU en vigor referente a la unidad de ejecución en la que se incluía el inmueble, hoy por hoy desaparecido pese a los esfuerzos realizados por la Plataforma Salvemos El Toblerone por mantener en pie la construcción y conseguir su declaración como Bien de Interés Industrial.