Francisco no sabe dar caña a los jugadores del Almería y Luis Enrique, pleno andaluz

No es ni bueno ni malo, ni de mejor ni de peor persona. Es el carácter de cada uno, y por mucho esfuerzo que haga al entrenador rojiblanco no le sale la crítica dura a los suyos estilo Contra o Jémez. Es de otro estilo, si bien es lo suficientemente inteligente como para dejar muchos mensajes entre líneas que llevan carga de profundidad. Tras perder ante el Celta ha reconocido que están literalmente “jodidos” y que no les queda otra que pensar que hay vida, que se tiene a un partido tanto a Getafe como a Valladolid, si bien los de Pucela con un partido menos. Eso ha sido tras disparar, después apuntar y más tarde arrepentirse. Ha dicho que les ha faltado intensidad, después que ha sido carencia de algunos jugadores, y más tarde lo de intensidad lo ha cambiado por agresividad y por un “el equipo quiere”.

Tras haber trabajado mucho durante toda la semana no entiende como con la defensa ordenada se pueden regalar dos goles, el segundo y el tercero, ambos habiendo dejado a los jugadores gallegos solos para el remate en el segundo palo. A su juicio, la UDA compitió bien durante la primera parte, pero el segundo gol celtiña les ha, directamente, matado. Si su modo de expresarse fuera otro habría dado nombre o nombres, pero ha preferido irse por un que lo coja el que quiera, a lo mejor no tenemos para más. El caso es que la primera de las victorias con las que se contaban se ha esfumado, y desde mañana, por el día después del partido, habrá que olvidarse y seguir trabajando.

Por su parte, Luis Enrique compareció tranquilo en la sala de prensa del Mediterráneo para seguir insistiendo en su objetivo de la permanencia negando que está hecha con los puntos que ya tiene. Son 40, y es posible que este año haya suficiente, pero en otras ocasiones ha recordado que se ha descendido con más. Satisfecho con sus hombres, ha reconocido la misma intensidad en el Almería que en su Celta, con un tiro al palo y alguna ocasión más, dejando la resolución del partido en un haber estado más finos que el rival en los momentos decisivos del partido. El asturiano vivió un partido “dificilísimo desde el principio y el resultado puede ser engañoso”.

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